Este «dip» generalmente se consume acompañado de tortillas de trigo, de maíz o nachos. También como una salsa más de cualquier plato mexicano.
– 200 gr. de frijoles secos
– 70 gr. de cebolla
– 2 dientes de ajo
– 1 chile serrano
– 200 gr. de tomate (fresco o de lata)
– 40 gr. de aceite de oliva
– 800 gr. de agua
– 1 cucharadita de sal
Pulverizamos los frijoles durante 1 minuto en velocidad progresiva 5-10, retiramos y reservamos esta «harina».
Colocamos en el vaso la cebolla, el ajo, el chile y el tomate. Picamos 10 segundos en velocidad 8.
Agregamos el aceite y sofreímos 5 min, a 100°C, en velocidad 1.
Agregamos los frijoles pulverizados, el agua, la sal y cocemos durante 50 minutos a 100ºC en velocidad 3.
Cuando pase este tiempo mezclamos 20 segundos en velocidad 8, para que nos quede una crema más fina.
Rectificamos sazón y agregamos más sal sólo si fuese necesario.
El resultado será una crema bastante líquida, pero en cuando templa un poco, espesa.
Os recomiendo dejarla en el vaso unos minutos, y antes de servirla la removemos un poco con la espátula.
Presentamos en un bol (podemos espolvorear un poco de queso rallado) y listo para dipear.
*Los frijoles son judías negras secas, de tamaño más bien pequeño, típicas de América.
Si no tenemos esta leguminosa en concreto, podemos utilizar cualquiera autóctona. El sabor y el color variarán, pero sigue siendo una buenísima idea para «dipear».
Frijoles. |
*El chile serrano es una variedad de pimiento que se consume en México. Es pequeño, de forma cilíndrica y a veces terminado en punta. Se consume fresco y de color verde (inmaduro), aunque también puede consumirse maduro (de color rojo).
Si no disponemos de este tipo de pimiento, podemos utilizar un pimiento verde tipo italiano, y para añadirle el toque picante, añadimos un par de guindillas (pimienta de cayena).
Chiles serranos. |
Fuente: María’s Recipe Book