La empanada gallega ha sido siempre un plato, de origen sencillo, similar a una dama soltera (informal, alegre, festera, confraternizadora de gentes y presente en cualquier romería) pero casadera con todo, admite todo tipo de rellenos: carnes, pescados, mariscos, vegetales, legumbres..
Tradicionalmente la materia grasa que se utilizaba era la manteca.
Los tiempos cambian, ya no tenemos manteca en casa y es fácil acceder al cualquier tipo de aceite, así que lo mejor es utilizarlo de oliva o de girasol (el AOVE aportaría demasiado sabor). También es mucho más sano.
Podemos darle diferentes texturas a la masa, en función del uso o no de levadura.
Si la queremos más quebrada, crocante (ideal para rellenos más delicados, como pescados y mariscos), utilizaremos la masa sin levadura. Simplemente mezclaremos los ingredientes, sin manipular la masa demasiado (como ocurre con la masa quebrada para tartaletas).
Si la queremos más «pan pan», emplearemos la levadura de panadero. Hay que amasarla bien y dejarla fermentar. Al manejarla vemos que es más elástica. En el horno, crecerá.
No es fundamental, pero ½ cucharadita de pimentón le queda de lujo a cualquier tipo de masa, tanto para rellenos de carne, como de pescado.
Podemos variar los ingredientes: leche, agua, cerveza o vino; usar huevo o no; aceite o manteca…).
– MASA PARA EMPANADA (I) [con huevo]
– MASA PARA EMPANADA (II)
– MASA PARA EMPANADA (III) [sin levadura]
– MASA PARA EMPANADILLAS [sin levadura]
– Empanada de bacalao con pasas
Fuente: María’s Recipe Book