Hoy, nada de alta tecnología ni aplicación de nuevos avances en el terreno gastronómico. Hoy, pollo asado. Tal cual. Con un pequeño truco para que gane en sabor.
Ingredientes para 4:
- 1 pollo de corral, de kilo y medio largo
- 1 limón
- 1 mandarina
- 1 cabeza de ajos
- 1 manojo de tomillo fresco
- 75 grms. de mantequilla
- sal y pimienta
- aceite de oliva virgen extra
- 250 ml. de vino blanco
Precalentad el horno a 200 grados. Engrasad una fuente para horno con un poco de aceite. Colocad el pollo en la fuente, mirando hacia arriba.
Para darle más sabor al pollo, vamos a despegar la piel que cubre las pechugas para introducir ahí la mantequilla. Si queréis, podéis usar esta «bolsa» para meter hierbas aromáticas también. Por ejemplo, parte del tomillo que tenemos.
Salpimentamos el interior del pollo. Cortamos el limón y la mandarina en trozos y los introducimos dentro del mismo (por el trasero; sin remilgos). Metemos también los dientes de ajo sin pelar, y varias ramas de tomillo. Si no os cabe parte del relleno, esparcidlo por la fuente.
Con un trozo de hilo de bramante (el que se usa para efectos culinarios), amarráis las patas del pollo. De esta forma harán de barrera para que el contenido no salga del continente.
Salpimentad bien la pieza y añadid el vino blanco. Meted el pollo en el horno y cocinad a 180 grados durante 1 hora y media, aproximadamente. Si veis que la piel se tuesta mucho, cubrid con un trozo de papel de aluminio.
Para chuparse los dedos.
Fuente: No tengo Thermomix