– pulpo previamente congelado (de 1 a 2 kg.)
– aceite de oliva virgen extra
– sal gruesa
– pimentón dulce o picante
– 1 diente de ajo (opcional)
*El pulpo hay que ablandarlo antes de cocinarlo, tradicionalmente se hacía en el muelle, golpeándolo contra la piedra (mazándolo), pero si lo congelamos el resultado es el mismo, se rompen las fibras y ayuda a que la carne quede más tierna. Así que si lo hemos comprado fresco lo tendremos en el congelador como mínimo 2 días.
Dejamos descongelar el pulpo en el frigorífico desde la noche anterior a prepararlo.
Introducimos el pulpo en la olla rápida, sin añadirle NADA de agua. Cerramos la olla y la ponemos al fuego. Cuando suban los dos anillos contamos 7 minutos. Lo ideal sería colocar dentro de la olla algo para que el pulpo no estuviese en contacto con la base, para evitar que las ventosas queden pegadas (el accesorio de vapor dado la vuelta, la rejilla para gratinar del microondas…)
Retiramos del fuego y forzamos la salida de vapor.Dejamos que enfríe un poco dentro de la olla. Lo sacamos, troceamos y lo disponemos en el plato a servir (pudiendo ser de madera). Echamos sal gorda, aceite abundante y pimentón. A mí me gusta añadirle un poco de agua de la cocción y un diente de ajo picadito.
Pinchamos unos palillos para utilizarlos como tenedor. Y listo!
*Si queremos cocinarlo con unas patatas, podemos ponerlas debajo del pulpo y así al acabar el tiempo, tendremos cocidos las patatas y el pulpo al mismo tiempo. Aunque a mí no me gusta que cojan el sabor ni el color del pulpo y prefiero hacer los cachelos por separado.
Fuente: María’s Recipe Book