Cuando me casé me regalaron una freidora. La llené con dos litros de aceite, ni del bueno ni del malo, que no estaba la cosa para derrochar dinero. Compré una bolsa de bolitas de bacalao y otra de croquetas. Las freí, nos las comimos, vacie el aceite, limpié la freidora y la guardé.
De esto hace ahora casi ocho años. Nunca he vuelto a usar la freidora porque me parece el electrodoméstico de cocina más insano de todos. Tengo dos niños y ni por ellos la he rescatado de su exilio en el fondo del mueble de cocina rinconera de más difícil acceso. Bueno, eso no es cierto. El otro día hice limpieza de ese maldito mueble rinconera de difícil acceso, vi la freidora y se la regalé a un amigo que le da mucho uso.
El otro día, leyendo Directoalpaladar, no pude salir de mi asombro al ver una freidora comercializada por la marca Tefal, de nombre Actifry, que fríe un kilo de patatas con una cucharada de aceite. Una pala mantiene en circulación los alimentos mientras un convector de aire caliente (similar que incorporan los hornos de convección) se encarga de hacer hervir ese aceite y esparcirlo por todo el recipiente en forma de nube). El artefacto sale un pelín caro. Poco más de 200 euros. Habrá que hacer cuentas y ver con cuantos litros de aceite de una freidora convencional lo habremos amortizado. En el video podéis ver su funcionamiento.
Fuente: No tengo Thermomix