Cantuccini (Galletas de almendras toscanas) Thermomix

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Estas crujientes galletas (por no decir duras) también son conocidas en Italia como «Biscotti di Prato», son poco dulces y no llevan mantequilla. En Italia se suelen tomar en la sobremesa con vino dulce o café. De ahí que sean tan duras y poco dulces, porque son para mojar.

A mí me recuerdan al turrón de Alicante, y como el turrón duro es el único que me gusta, estas galletas me encantan.
En España tenemos en Cataluña una receta muy parecida (por no decir igual): los carquiñoles, carquinyolis o carquinyols.


Lo ideal es usar almendras tostadas, sin pelar y sin sal, aunque si están crudas las tostaremos 10 minutos en el horno a 180ºC, y dejaremos enfriar antes de incorporarlas a la masa de nuestras galletas.
Para que adquieran su textura seca y crujiente se cuece la masa a horno suave, y luego se cortan en discos finos que se vuelven a hornear, esta «técnica» es conocida como la del «biscote» (literalmente ‘cocido dos veces’).

  • 150 gr. de almendras tostadas
  • 250 gr. de harina de trigo
  • 100 gr. de azúcar
  • 2 huevos
  • una pizca de sal
  • 1 cucharadita de azúcar vainillado
  • la piel (sólo la parte amarilla, sin nada de blanco) de medio limón
  • 1 cucharadita de semillas de anís (opcional) o 1 cucharada de licor de anís
  • mantequilla (para engrasar el molde)
  • 1 huevo (para barnizar la masa)

Trituramos las semillas de anís con el azúcar y la piel de limón, 30 segundos en velocidad 4.
(No tienen por qué deshacerse totalmente, y tampoco queremos que el azúcar se pulverice de todo, ya que la masa saldría demasiado compacta al hornearla.)

Añadimos los huevos, la sal y el azúcar vainillado.
Batimos 2 minutos en velocidad 4.

Añadimos la harina y mezclamos 20 segundos en velocidad 4.

Pasamos la masa a la encimera y añadimos las almendras tostadas amasando con las manos humedecidas e integrándolas bien.
(Es muy importante mojar las manos porque la masa es muy pegajosa y sería imposible manejarla.)
Formamos un rulo de unos 30-35 centímetros de largo (o dos más pequeños). No tiene que quedar redondo, si no más bien achatado.
Pintamos con el huevo batido y rebozamos con azúcar. (Este paso no es estrictamente necesario).

Colocamos sobre una bandeja engrasada y horneamos unos 30 minutos (el tiempo dependerá de si hacemos 1 ó 2 rulos) con el horno precalentado a 120ºC.
(No os paséis con es tiempo, se endurecerá demasiado).

Sacamos del horno y dejamos templar unos minutos, hasta que se puede manipular sin quemarnos.

Entonces cortamos en rodajas finas, de un centímetro de grosor como mucho (y en diagonal), usando un cuchillo de sierra.
Colocamos los discos en la bandeja y dejamos que se sequen en el horno horneando 15-20 minutos a 120ºC, hasta que queden dorados y crujientes, dando la vuelta a mitad de horneado.
(No os paséis con es tiempo, se endurecerán demasiado).

Sacamos del horno y dejamos enfriar por completo.
Podemos guardar esta galletas en un recipiente hermético, para que se conserven bien crujientes.

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