Para colorear azúcar necesitamos colorante líquido, del que suelen vender en la sección de repostería de los grandes supermercados, y azúcar, claro.
Cada bote contiene 10 cucharadas soperas de azúcar. Para el color amarillo echamos 8 gotas de colorante amarillo. Para el rosa, 6 gotas de rojo.
Agitamos fuerte el bote para que el azúcar se impregne del color.
Echadle paciencia.
Ponemos a secar el azúcar en un plato para que pierda toda la humedad posible. Esparcidlo bien para que la superficie sea lo más fina posible.
Con 3 o 4 horas bastará. En Cádiz hará falta más tiempo. Ya sabéis el dicho: aquí no hace frío, hace humedad.
El color obtenido es mucho más claro de lo que nos hubiese gustado, pero los niños se lo pasan igual de bien.
Seguiremos haciendo pruebas de color.
Fuente: No tengo Thermomix