Quiero empezar este cuaderno haciendo mención especial a la receta que mayor sensación ha causado en mi círculo de amistades, y que me ha hecho redescubrir a esta cucurbitácea olvidada de los fogones.
El hallazgo no es mio. ¡Ojalá!. Es obra de un «chef» británico, del condado de Essex. Se trata de Jamie Oliver, conocido en nuestro país, sobre todo, por varios programas en la cadena de pago Canal Cocina.
Os transcribo aquí su receta (adaptada a mi gusto):
Necesitaréis una calabaza «Sepallo» (esa que tiene forma de cacahuete) cortada en trozos, con su piel y sus pipas. Luego todo queda tostado y está para chuparse los dedos.
Además, tenéis que hacer una mezcla de espécias que incluya: una cucharada de semillas de hinojo, otra de cominos, otra de coriandro, uno o dos dientes de ajo picados, pimienta molida, una guindilla (¡allá vosotros si queréis más!) un poco de orégano y sal gorda. Triturad todo en mortero o picadora y mezclar con aceite del bueno (el único que debería haber).
Poned los trozos de calabaza en la bandeja del horno y untad con la mezcla. Asad a unos 200 grados ente media hora y cuarenta minutos (hasta que pichéis la calabaza y la notéis tierna).
Os la podéis comer tal cual, calentita o usarla triturada y mezclada con queso ricota para rellenar raviolis, como relleno de empanadas, sobre una pizza… ¡La imaginación al poder!
En el momento en que escribo estas líneas, tengo una en el horno que me está haciendo cosquillas en la pituitaria.
Buen provecho.
Fuente: No tengo Thermomix