Aseguraos de comprar las navajas vivas. Las veréis estirándose y encogiéndose. Y en cuanto lleguéis a casa, metedlas verticalmente en un vaso ancho con agua y un buen puñado de sal. Se mantendrán vivas y «contentas».
Ingredientes (para 4):
- 1 kilo de navajas
- 2 dientes de ajo
- un puñado de perejil picado
- aceite de oliva virgen extra
- 1 limón
- 1 vaso Manzanilla de Sanlúcar (y otro más para el cocinero)
Poned al fuego una sartén grande o una plancha que luego podáis tapar. Cuando esté caliente, echad las navajas para que se empiecen a abrir y suelten todo el jugo que tienen. Este caldo proporcionará la suficiente cantidad de sal al plato. Echad el vaso de manzanilla, el ajo picado y el perejil. Tapad la sartén.
(Ahora es buen momento para tomarse ese vaso de manzanilla que teníamos reservado)
Las navajas requieren muy poco tiempo de cocción, así que no pasaros o se os quedarán como un chicle.
Sacadlas a una fuente junto con todo el caldo. Añadid un buen chorro de aceite y un poco del zumo del limón… y a comer antes que se enfríe.
Fuente: No tengo Thermomix