En la N-525, saliendo de Ourense dirección Compostela se pueden ver muchos carteles que dicen: «Venta de Pan de Cea».
Es un auténtico placer poder disfrutar de este pan artesanal, cocido en hornos circulares de leña y elaborado exclusivamente con harina de trigo, agua y sal, al que se le añade, para la fermentación, masa madre procedente de una amasada anterior.
El pan es del estilo de esos que aquí en Galicia llaman pan del país, de corteza gruesa y esponjosa miga, pero mucho más sabroso y sorprendentemente duradero. Tres días después sigue estando tierno.
Hace setecientos años (por lo menos) que las panaderas de Cea hacían el pan que consumían los monjes del Monasteiro de Oseira y está probado documentalmente (Privilegio del rey Sancho IV de Castilla). Actualmente es un producto perteneciente a una indicación geográfica protegida.
Así que no seaís mendrugos y haced como dice el refrán, que «nadie ha de pasar por Cea sin llevarse una hogaza de pan».
Fuente: María’s Recipe Book