– ajo (cabezas enteras)
– aceite de oliva virgen extra
Ponemos varias cabezas de ajo enteras y sin pelar en una fuente de horno.
Añadimos un hilillo de aceite y las horneamos a 150º durante una hora aproximadamente. (También se podría cortar la base de la cabeza de ajos antes de hornear. Tendríamos que pringar el corte con aceite, para que no se seque demasiado y ponerlo hacia abajo).
Transcurrido ese tiempo, sujetamos la cabeza de ajos por el rabito y, con un cuchillo bien afilado (o unas tijeras), le cortamos la base.
Luego, con el propio cuchillo, aplastamos la cabeza y los dientes saldrán limpios y enteros, asados en su propio jugo.
También podemos abrir diente a diente con las manos, la piel estaré seca y será muy fácil.
Pasamos a un recipiente y esmagamos con la ayuda de un tenedor, haciendo un puré. Podemos añadir más aceite para engordar el paté, a nuestro gusto.
Una vez preparado, lo podemos utilizar al momento o conservarlo en un tarrito, teniendo la precaución de «taparlo» con aceite de oliva virgen extra, cosa que habrá que hacer cada vez que se utilice, añadiendo un poco más de aceite, para que el ajo no se oxide.
Fuente: María’s Recipe Book