Este nombre tan lujoso no sé realmente de donde viene: de la textura que queda debido a sus pepitas interiores, a que este fruto tiene forma de huevo (eggplant en inglés), o que se toma sobre tostaditas como si fuese caviar (el de las huevas de esturión). Sea por lo que sea es un paté riquísimo para dipear.
- 2 berenjenas hermosas
- 2 dientes de ajo
- tomillo (seco o fresco)
- romero (seco o fresco)
- perejil, cilantro o cebollino fresco
- zumo de limón
- pimienta negra de molinillo
- sal
- aceite de oliva virgen extra
- 2 cucharadas de queso crema, o nata, o yogur (opcional)
Lavamos las berenjenas y las cortamos por la mitad a lo largo.
Hacemos unos cortes superficiales formando un enrejado en la pulpa de la berenjena.
Entre los cortes introducimos el ajo pelado, pequeñas ramitas de tomillo y romero, sal y un hilo de aceite de oliva virgen extra.
Volvemos a darle forma a la berenjena, cerrando ambas mitades y las envolvemos en papel de aluminio, individualmente.
Introducimos los paquetitos en el horno precalentado a 200ºC durante 35-40 minutos, hasta que las berenjenas estén bien tiernas. Según el tamaño que tengan tardarán unos minutos más o menos.
Con cuidado de no quemarnos, retiramos las berenjenas del papel de aluminio y con ayuda de una cuchara, retiramos la pulpa separándola de la piel.
Retiramos también los palitos duros de las hierbas aromáticas (si hemos puesto ramas, si utilizamos sólo las hojitas, no hace falta).
Para restar humedad a la preparación, rehogamos un poco la berenjena deshecha y picada grosamente a cuchillo en una sartén con un poco de aceite. Cosa que no es indispensable.
Pasamos las berenjenas a un bol y las condimentamos con el cilantro o perejil fresco picado, un chorrito de zumo de limón (al gusto), pimienta negra recién molida, sal y aceite de oliva virgen extra.
Trituramos un poco con un tenedor (o con la batidora o Thermomix, si queremos una pasta más fina) y removemos bien.
Comprobamos que esté a nuestro gusto. Probamos y vemos si necesita más aceite, pimienta o sal.
Si queremos añadir nata, yogur o algo más, este es el momento. En este caso yo incorporé un poco de queso crema.
Servimos el caviar de berenjena (a temperatura ambiente o bien frío de la nevera) en un cuenco acompañado de unas tostaditas o incluso como guarnición de un plato de carne o pescado.
Listo. Ya tenemos preparado nuestro paté vegetal, totalmente apto para veganos (sin el queso, obvio).
Fuente: María’s Recipe Book