– 1 gallo grande (1 kg. aprox.)
– 3 patatas pequeñas
– sal
– perejil
– 2 dientes de ajo
– 5 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
– 1 copa de vino blanco
Al ser un rapante grande le quitamos la cabeza (y porque no me cabrá en la fuente, básicamente), cortamos las espinas que sobresalen del cuerpo, incluída la cola, y le damos unos cortes para que el adobo penetre bien y además se cocine antes.
Pelamos las patatas, las partimos en rodajas y la freímos un poco (el pescado tarda menos en hacerse y las patatas quedarían crudas si lo ponemos todo junto).
Colocamos las patatas en una fuente apta para el horno, haciéndole una cama al pescado. Colocamos encima el gallo adobado con sal, ajo y perejil (majado previamente en un mortero). Echamos por encima un hilillo de aceite de oliva. También se puede añadir el aceite al mortero, hacer una pasta y adobar el pescado con ella.
Introducimos en el horno precalentado a 180º durante 10 ó 15 minutos, hasta que el pescado esté casi hecho.
Ahora añadimos el vino blanco y mantenemos en el horno 5 minutos más.
Fuente: María’s Recipe Book