El origen de esta receta es tan curioso como sabroso. Se dice que las mujeres que trabajaban en el oficio más antiguo del mundo, al volver a casa de madrugada, no podían conseguir pescado fresco y cocinaban con lo que tuvieran en la despensa: aceitunas, alcaparras, tomate y, con suerte, alguna lata de anchoas.

Así nació la famosa salsa puttanesca, llena de sabor y carácter, atrevida y directa, como ellas. Hoy la usamos para acompañar una buena tagliata: un corte de carne asada y fileteada, jugosa y llena de personalidad, que combina de maravilla con esta salsa italiana tan especial.
Ingredientes para 4 personas
- 1 lata de anchoas
- 2 cucharadas de alcaparras
- 2 ó 3 tomates maduros rallados (o equivalente en triturado)
- Aceitunas negras
- 1 diente de ajo
- 1 pizca de orégano
- Sal
- 1 pimienta de cayena o guindilla (opcional)
- 400 ó 500 g de pasta (este caso utilicé Tagliata al huevo)
- Aceite de oliva virgen extra
- Queso parmigiano-reggiano rallado
Preparación
- Cocinar la pasta: Cuece la pasta siguiendo las indicaciones del paquete. Cuando esté al dente, escúrrela y resérvala.
- Preparar la base de la salsa: En una sartén, deshaz las anchoas con su propio aceite, a fuego medio, hasta que se integren bien.
- Añadir los ingredientes: Incorpora las alcaparras, el tomate rallado, el diente de ajo prensado (o picado muy fino), la guindilla, la pizca de orégano y las aceitunas. Remueve bien para que se mezclen todos los sabores.
- Ajustar el punto de sal: Prueba la salsa y corrige de sal si es necesario (recuerda que las anchoas ya aportan bastante).
- Mezclar la pasta: Añade la pasta que habías reservado y dale unas vueltas en la sartén para que se impregne bien de la salsa.
- Emplatar: Sirve en los platos y termina con un poco de parmesano rallado y un chorrito de aceite de oliva.
Fuente: María’s Recipe Book