– 4 rebanadas de pan tipo payés, de Cea, o de una buena pieza de pan de pueblo
– 200 gr. de espinacas (congeladas)
– ajo
– bechamel (aceite de oliva, harina, leche, sal, pimienta y nuez moscada)
– jamón serrano en lonchas o taquitos
– parmigiano-reggiano rallado (opcional)
Rebanamos el pan y lo tostamos en el horno, en una plancha o en la tostadora (mucho más rápido). Reservamos.
Calentamos en un cazo un par de cucharadas de aceite de oliva y doramos el diente de ajo picadito, con cuidado de que no se queme.
Añadimos las espinacas troceadas y sofreímos hasta que el agua que puedan soltar se evarope. Salamos un poquito y reservamos.
En el mismo cazo, sin lavar, ponemos 3 cucharadas de aceite de oliva y cuando esté caliente añadimos una cucharada rasa de harina. Damos unas vueltas y añadimos un buen vaso de leche (mejor entera). Batimos con unas varillas hasta que la bechamel espese. Sazonamos con sal (poquita), pimienta negra molida y una pizquita de nuez moscada rallada.
Montamos la tosta:
Repartimos las espinacas por encima de las tostadas de pan, vertemos sobre ellas la bechamel y ponemos encima el jamón, a nuestro gusto (en taquitos, tiritas, lonchas…) y al horno a gratinar.
Si queremos podemos espolvorear con queso parmigiano-reggiano rallado antes del gratinado.
Fuente: María’s Recipe Book