¿Y los chícharos? ¿Dónde están los chícharos?. Pues sí. Esta receta debería llevar tan noble legumbre pero, por exigencias de mi santa, a la que no le gustan los guisantes, yo no los uso. Esto no quita, por supuesto, que se los añadáis vosotros (en la receta os explico cúando incorporarlos).
Ingredientes:
- 1 kilo de alcauciles (de esos hermosos y apretaditos)
- 1 kilo de habas
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- Caldo de verduras (de pollo también puede valer)
- Aceite de oliva virgen, sal y pimienta.
En una cazuela con aceite pochamos la cebolla cortada en daditos finos (brunoisse, que se llama) y los dientes de ajo finitos. Cuando la cebolla esté transparente, añadimos las habas. (Si queréis echar los chícharos, ahora es el momento).
Pelamos y cortamos los alcauciles en láminas (a mi me gusta así mejor que enteros porque quedan más tiernos y no hay que andar chupando hojas). Añadimos a la cazuela.
Salpimentamos y echamos un chorro generoso de manzanilla de Sanlúcar. Esperamos a que el alcohol se evapore.
Añadimos caldo sin llegar a cubrir del todo. Podemos echar agua si no tenemos caldo, pero va a perder parte de su gracia. Dejamos cocer a fuego medio hasta que las habas estén tiernas (esto serán 20 minutos, más o menos).
Si al terminar lo vemos demasiado caldoso, poned el fuego a tope y dejar que el caldo se evapore un poco (a gusto). OJO: no se os ocurra largaros de la cocina durante este proceso que os veo rascando la olla mientras vienen los bomberos y los de Tele Pizza.
Fuente: No tengo Thermomix