Para un buen confitado nos hace falta, además del bacalao, un aceite de oliva suave para que no le reste sabor al pescado.
Ponemos bastante aceite en una cacerola (tened en cuenta que el aceite debe cubrir los trozos de bacalao por completo) y encendemos el fuego. Debemos ponerlo suave. Si tenéis un termómetro de esos que se usan en cocina, que la temperatura no pase de 65 grados (en una vitro, a una potencia de 3). Si la temperatura es mayor el bacalao se secará.
Confitamos las piezas durante 8 o 10 minutos (dependiendo del tamaño de las mismas).
Sacamos y escurrimos el aceite sobrante.
El aceite usado, una vez frío, lo guardamos en un recipiente pues es un aceite muy limpio que nos servirá para otros pescados.
Fuente: No tengo Thermomix