– 500 gr. de fresas o fresones
– 6 cucharaditas de azúcar
– 1 vasito de vino blanco (Godello, Ribeiro, Albariño, Verdejo, Txacolí…)
Lavamos las fresas y les quitamos los rabitos verdes.
Cortamos las fresas ya limpias en trocitos a nuestro gusto: en cuartos, en láminas en daditos… (Resevamos un par de ellas enteras para decorar).
Disponemos las fresas en un bol y las espolvoreamos con el azúcar.
Vertemos el vino de forma que la fruta quede totalmente cubierta.
Mantenemos en la nevera (un mínimo de 2 horas) para que maceren bien.
Se sirven fresquitas, en cuenquitos individuales y listo!
*Siempre que preparábamos fresas en casa, cada miembro de la familia las tomaba de una forma. Mi padre, sólo con azúcar; mi madre, con nata montada; mi hermana, con yogur; yo, con zumo de naranja; y mis abuelos, con vino rosado de casa y azúcar.
El verano pasado las probé al albariño en un «furancho» de Sanxenxo (Rías Baixas), y me encantaron. Así que ahora las hago en casa con mi vino favorito: un Godello.
Fuente: María’s Recipe Book