Ingredientes:
- 1 pulpo (Cocido o sin cocer).
- Cachelos o Patatas pequeñas
- Aceite
- Sal gorda.
- Laurel
- Cebolla
- Pimentón
Preparación:
Ponemos a cocer en una olla a presión, abundante agua con la cebolleta limpia y cortada en cuartos y la hoja de laurel. Cuando empiece el agua a hervir, “asustaremos” tres veces al pulpo (descongelado con anterioridad).
Agarrando al bicho por la cabeza, le introduciremos en la olla, con cuidado de no quemarnos los dedos. Contamos de cinco a diez segundos y sacamos. Cuando empiece el agua a hervir otra vez, volvemos a repetir la operación, hasta dos veces más.
Dejamos el pulpo en el interior de la olla, tapamos, dejamos que suba la válvula al máximo, bajamos el fuego y contamos veinte minutos.
Pasado el tiempo, retiramos la olla, enfriamos bajo el grifo de agua fría, abrimos y comprobamos que el pulpo está cocido. Si no fuera así, volvemos a tapar la olla y ponemos al fuego otros cinco minutos más.
En el agua de cocer el pulpo ponemos los cachelos.
En el agua de cocer el pulpo ponemos los cachelos.
Sacamos el pulpo, escurrimos y dejamos templar quince minutos en un escurridor.
Si el pulpo esta cocido saltarse los pasos anteriores.
Cortamos las patas de pulpo, con la ayuda de unas tijeras, en rodajas de medio centímetro de grosor que colocaremos en un plato de madera, típicos del pulpo a la gallega o “a feira”.
Fuente: Un Cocinilla en la Cocina