– patatas
– sal
– aceite de oliva virgen extra
– pimienta negra de molinillo (opcional)
Pelamos y cortamos las patatas.
Ponemos agua a hervir con un poco de aceite y sal. Añadimos las patatas en trozos (cuando más pequeños, antes se harán).
Cuando estén cocidas las escurrimos y las pasamos a un bol. (El tiempo de cocción dependerá del tamaño de la patata, de la raza… lo mejor es comprobarlo pinchándolas con un tenedor. Si la patata se escurre y cae, ya está. Si queda trinchada en el tenedor, aún le queda para estar en su punto).
Ahora aplastamos las patatas con un tenedor (o utilizamos un pasapuré) y vamos añadiendo un poco de agua de cocción según lo necesite (tiene que quedar espeso). Podemos utilizar leche, o nata para enriquecer el puré en vez del agua.
Rectificamos de sal y añadimos una pizca de pimienta.
Batimos enérgicamente y listo. Os recuerdo que el puré nunca debe cocer una vez hecho.
*También podemos seguir todos estos pasos pero cociendo las patatas enteras, con piel y pelarlas luego una vez cocidas.
Fuente: María’s Recipe Book